Has acabado con tu tema… y algo hay que hacerle. ¿Mezcla? ¿Mastering? ¿Frotar la lámpara para que aparezca el genio?
Desde que se diseña un tema hasta que se distribuye hay tres etapas de trabajo diferenciadas: producción, mezcla y mastering. Sin embargo, no siempre es fácil saber hasta dónde llega una y dónde empieza la siguiente ya que todas están relacionadas entre sí.
La producción de un tema consiste en crear dicho tema. Es elegir los elementos que van a componerlo y darles vida y carácter para que en conjunto formen un total. En esta etapa se decide la relación y el orden de los elementos —qué sub le da cuerpo al tema, qué sinte lleva la melodía y qué campanillas tintinean a lo lejos.
- Crea los personajes de la película y les da un diálogo y un guión que seguir. Quién es el bueno, quién es el malo y quién se lleva la chica al final.
La mezcla del tema consiste en modificar los elementos ya creados de manera que juntos funcionen bien. En este paso, los volúmenes, delays y caracteres ya deben estar definidos ya que los procesos que se apliquen de ahora en adelante serán para pulir los elementos y sacarles el mayor partido posible —se controla que el tintineo de las campanillas no tenga una resonancia a 2KHz que perfore tímpanos en tu público.
- Estudia la trama de la película y hace que los personajes cobren vida e interactúen entre ellos como toca. Que si el personaje en pantalla lleva una camisa azul, la pared que tenga detrás no sea azul también.
En la mezcla no se decide qué ecualización debe llevar el bajo, sino cómo perfeccionar dicha ecualización para que trabaje en consonancia con el resto de elementos graves y cree un groove constante y agradable, y no una bola de graves que lo arrase todo a su paso.
Lo que lleva Harrison Ford en la mano es tu tema. La bola son tus graves.
El mastering es la etapa final y lo que aporta cuerpo y presencia. Cuando todos los elementos están definidos llega el momento de trabajarlos como un conjunto y moldear la dinámica, el color y la imagen estéreo que han creado al unirse.
En esta etapa se aplican los procesos finales de ecualización, compresión y limitación que hace que un tema suene completo y esté listo para su distribución —es la diferencia entre escuchar un tema en el móvil y escuchar un tema en el club.
- Es lo que le da la calidad a la película. Le da el color final, el montaje, la edición y la banda sonora que acompaña a todos los personajes. Saca a la luz todo el trabajo previo, y lo envuelve con un lazo.
Producción, mezcla y mastering van de la mano y no pueden vivir la una sin la otra. La producción siempre parte del artista, así que cuando acabas la pregunta es ¿qué quieres hacer ahora con tu tema?